Corta la piña en rodajas muy finas y márcalas en la sartén a fuego fuerte con un poco de azúcar hasta que se doren. Esta piña la pondremos como base sobre un pan de bocadillo tipo flautín o bagette.
En esta misma sartén, con los jugos de la piña, marca los filetes de Cordero de Navarra, salpimentados, a fuego fuerte durante dos minutos por cada lado. Colócalos sobre la piña y añade un poquito de cebolla o puerro crujiente.
Termina añadiendo unas lascas de queso Idiazábal y sésamo. Si quieres puedes utilizar cebolla o puerro crujiente. Nutricionalmente, la piña, gracias a sus enzimas ayuda a la digestión de las proteínas del cordero, además de aportarle frescura gastronómica.