Pochar el ajo y la cebolla en una sartén con aceite de oliva bien caliente. Cuando estén dorados añadir la carne de cordero y cocinar. Añadir la sal, pimienta, perejil y un chorro de vino blanco. Dejar evaporar.
Añadir 50g de harina y rehogar. Añadir 200ml de leche y cocer 3 minutos más hasta obtener una masa cremosa.
Preparar una bechamel clásica: poner un chorro de aceite de oliva, 50g de harina y rehogar durante dos minutos. Añadir 400ml de leche y cocer 3 minutos más. Salpimentar al gusto.
Rellenar los canelones en la pasta previamente cocida. (Pueden usarse placas que no necesitan cocción).
Montar una base de salsa de tomate y encima los canelones. Cubrir con la bechamel y rallar unas virutas de queso, preferiblemente del Roncal. Gratinar 10 minutos en el horno.